El 2 de febrero nos despertamos con la dolorosa noticia del expolio sufrido en numerosas lápidas de nuestro cementerio. Mucho dio que hablar tan luctuoso hecho, y nada se supo de quien o quienes realizaron el robo.
Lejos de quedar en el olvido, ha quedado en la memoria de los que vieron afectadas las lápidas de sus familiares. Muchos de ellos han visto reparadas las mismas, pero sin embargo, a día de hoy, el Ayuntamiento sigue sin hacerse cargo de la reparación de muchas otras. La gravedad de tan inapropiada dejadez se ve aumentada a medida que se va acercando el día de los difuntos, donde todos acudimos a dejar flores en las tumbas de nuestros familiares. Por desgracia algunos de ellos se van a encontrar con la triste realidad de no poder hacerlo este año por culpa de un Ayuntamiento incapaz de hacer frente a las reclamaciones de los ciudadanos que han visto violentados los lugares donde descansan sus seres queridos. Nada hay más lamentable en la actividad política que hacer oídos sordos ante una realidad tan dolorosa como ésta.
Señor Alcalde, esperamos que en los próximos días se solucione definitivamente este problema, y de respuesta a lo que los afectados le reclaman desde hace ocho meses.
