Cuando Manuel Benítez llegó a la alcaldía tras la espantada de Carmen Tovar todos creímos que iba a terminar la legislatura e iba a ceder el testigo a otro compañero para que luchara por la alcaldía en 2011. Pero nos equivocamos. Benítez se hizo fuerte y luchó para ser el candidato socialista, y lo consiguió. Pero desde entonces los infortunios le han seguido allá por dónde va. El acoso al que se vio sometido por sus rivales políticos, y por sus propios compañeros, le dejaron bastante tocado.
La campaña electoral, en el PSOE, dejó patente que había dos grupos dentro del partido, los de Benítez y los de Anguas. Hubo dos campañas electorales, y como se hicieron tan visibles las incompatibilidades de ambos grupos, acabaron por casi perder las elecciones. El resultado del PP les dejó tiritando, tan abrumados que desde entonces no han sabido hacer autocrítica y andan arrojándose las culpas unos a otros, y mientras la casa sin barrer.
Perder la mayoría absoluta es un golpe duro, pero perderla por culpa de tu propia negligencia, es de premio. Ya pueden echarle las culpas a ZP, a Rubalcaba, o a la crisis económica, todas esas excusas no son más que eso, excusas. La verdad es que el PSOE siempre ha sido fuerte en Castilleja, y si ahora no lo es, es por que quienes lo lideran no saben hacerlo, y si saben hacerlo no lo demuestran. Cuando más crudas están las cosas, cuando más unidad debe haber, el organigrama se fragmenta, los politicuchos salen a la palestra, y en vez de arropar a su líder natural que es el alcalde (a quien eligió la mayoría de socialistas), en vez de ello se han enzarzado en una guerra interna que tiene al pueblo en vilo. Y mientras, el ayuntamiento en manos de una sola persona, el alcalde, que demasiado tiene como para ocuparse del partido. Y los politicuchos socialistas queriendo quitar de en medio a Benítez para solucionar la cosa, según ellos, pero entretanto el partido se hace añicos y la credibilidad por los suelos.
Benítez ha empezado la legislatura sólo, y como consecuencia de ello va metiendo la pata continuamente. La primera fue cuando empezó a convocar plenos al inicio de legislatura sin haberse siquiera sentado a hablar con los demás grupos, y por ello le salieron rana muchas de sus intenciones. Hasta tal punto llegó la irresponsabilidad del alcalde que hubo una semana en la que le quitaron el sueldo, y tuvo que recurrir a más altas instancias para que le solucionaran la papeleta.
También se quedó sin liberados, por la misma razón que se quedó sin sueldo, no supo negociar y se encontró sólo ante el peligro. El ayuntamiento es “tó pal Benite”, que se apañe sólo en la gestión y que se cubra él sólo de caquita, que ya le sacarán el rédito los clanes; sí el de “los Juanos” y el de “los sociolistos”. Mientras, ahí andan reuniéndose en secreto los clanes dilucidando la estrategia a seguir para que el tótem gaditano caiga de su pedestal y subir a alguien más capacitado. Parece que la intención es quitarle el sueldo a Benítez, para que se vea obligado a dimitir (ninguna familia puede vivir sin ingresos), y así conseguir la alcaldía por la puerta de atrás. Porque, señoras y señores, los politicuchos de Castilleja son de los que apuñalan por la espalda y no tienen los reaños suficientes para dar la cara y conseguir la alcaldía como Dios y la Ley mandan. Su cobardía no les permite dar la cara y plantar una moción de censura en contra de Benítez, eso les podría costar caro. Así “los sociolistos” andan embaucando a la oposición para que sean “los Juanos” o Tomás Arias quien presente la propuesta de quitar el sueldo al alcalde y así alzarse ellos al poder, disfrazando el golpe de estado como si fuera un acto de necesidad extrema.
Desde aquí un consejo a los clanes. Menos mirarse el ombligo, y más mirar por las necesidades de Castilleja. Dejen de querer cambiar los resultados electorales por las bravas, aténganse a lo que decidieron los votantes, y pónganse a trabajar de una puñetera vez, que Castilleja necesita soluciones a sus problemas, y no problemas para solucionarse ustedes la vida.
Bueno, esto es lo que han dado siete meses de legislatura… veremos a ver qué nos dan los siguientes años… que escalofrío sólo de pensar lo que queda hasta mayo de 2015. Paciencia.
