miércoles, 29 de mayo de 2013

UNA CURA DE HUMILDAD

Cuando la razón no acompaña a los actos es que se está perdiendo la primera. Cuando un alcalde no alcanza a entender que no tiene la mayoría suficiente para sacar adelante los asuntos que él quiera, es que ese alcalde no puede gobernar con verdadero sentido democrático su ayuntamiento.
Desde 2011 en nuestro ayuntamiento gobierna un partido en minoría. Acostumbrado a gobernar durante años con mayoría absoluta, el momento actual se les hace muy duro, y parece que bastante incomprensible, y por ello pretenden seguir haciendo las cosas como las han hecho siempre, es decir, por cojones.
Pero ya no es así. En el último Pleno, por fin, los concejales en la oposición pusieron freno a tanto desmán. Le dieron unas cuantas bofetadas al gobierno local, por el atrevimiento de querer planificar el futuro de Castilleja sin contar con la opinión de todos. Y a mí, eso, me ha parecido uno de los mejores momentos de la legislatura. Y no por afán de venganza o por arreglar cuentas, sino porque lo que estaba pasando desde el inicio de la legislatura no era lógico, ni normal. Cuando no se tiene la mayoría para gobernar se debe tratar de negociar todos los asuntos que se quieran elevar al Pleno, porque se necesita el apoyo de una parte de la oposición para tener una mayoría suficiente que te facilite la aprobación del asunto. Pero no ha sido así. Nuestro alcalde, que de tonto no tiene un pelo, se ha dedicado toda la legislatura a calentar el ambiente en las filas populares, con los concejales no adscritos, o con el portavoz de IU. Contínuas llamadas telefónicas a unos y otros, prometiendo esto y aquello, buscando la complicidad con unos y otros, y lo que es peor, mintiendo a unos y a otros.
De sus malas artes se vieron en el Pleno unos cuantos ejemplos. El primero fue cuando el concejal no adscrito Jesús Díaz presentó una moción de urgencia en la que pedía la reprobación de la portavoz del PP, que ha sido firmemente condenada por un juzgado por vejaciones públicas a dicho concejal. Parece que en principio tendría el apoyo del PSOE, pero al final fue que no, y con el voto en contra de PSOE y PP se rechazó la reprobación. Parece normal que el bipartido PPOE se echen una manita en los malos momentos, pero no deja de ser una verdadera vergüenza que un partido político de cobertura legal a una persona condenada por un juzgado.
Nosotros, desde ICAS vamos a seguir recordando que quien dirige el PP de Castilleja es una vejadora condenada, y no piensen que lo hacemos por motivaciones personales, lo hacemos porque la regeneración democrática no pasa por tener políticos condenados en las administraciones públicas, y mucho menos por un asunto tan feo como el de vejar públicamente a un compañero. Los políticos que nos representen deben ser personas sin tacha. ¿Pondrían ustedes a guardar ovejas a un ladrón de ovejas? Pues eso.
Vamos al segundo caso que demostró las mentiras del alcalde. En el punto del orden del día en el que se trataba la petición de cesión de la calle Real a la Junta de Andalucía, actual titular de la misma, se quejaron los concejales no adscritos de que la información que facilitaba era escasa y que no justificaba los motivos por los que se pedía tal cesión. Fue en el momento en el que tomó la palabra el portavoz de IU cuando estalló la polémica. El señor Arias acusó al alcalde de mentir a todos los presentes, y que en sede plenaria eso debía ser punible, y sin dar pie a contestaciones del alcalde se levantó de su sitio y repartió entre los concejales un documento que había elaborado el ayuntamiento y había entregado a la Consejería de Fomento como justificación de la cesión de la arteria principal de nuestra localidad. Y la justificación no es otra que peatonalizar la calle real.
Este documento no constaba en el expediente al que podían tener acceso los concejales de la corporación, y por tanto se había ocultado deliberadamente a todos la existencia del mismo. Las caras de sorpresa de todos fue digna de una foto. Y la indignación posterior fue para recordar. Pero lo más llamativo, y absurdo, fue la justificación del alcalde sobre la petición de la cesión, según él lo que se quería era que la calle Real fuera una calle más del municipio (¿????). Luego justificó la ausencia del documento en el expediente porque era un estudio de movilidad que nada tenía que ver con el asunto.
Finalmente el asunto quedó aplazado y se quedó sobre la mesa. De momento nos libramos de la peatonalización.
Pero las bofetadas al alcalde no quedaron ahí. Otros dos puntos de interés para Castilleja eran los referentes al nuevo P.G.O.U. y a la pretensión del PSOE de edificar en la zona de El Valle (frente al Hospital Nisa) a toda prisa. En ambos casos el alcalde salió trasquilado.
En la primera, se vio obligado a retirar el asunto porque le fallaron los cálculos y estaba viendo que iba a perder la votación. Aún así se votó la posibilidad de dejar el asunto para otro momento, y sorpresa!!... el PP votó en contra de que se retirara el asunto del orden del día. ¿Qué interés tenía el PP porque se tratara el asunto en el Pleno?, ¿Acaso pretendía aprobar el nuevo P.G.O.U. apoyando la propuesta que había presentado el alcalde?. No es de extrañar, no es la primera vez en esta legislatura que el PP le echa una mano al alcalde. Recordemos el presupuesto del año pasado, aprobado en diciembre, a falta de 15 días para acabar el año. O el Plan de Ajuste. No nos extrañaría que hubiese acuerdo en el P.G.O.U., ya veremos.
En el punto sobre la edificación de El Valle, que se presentaba en el Pleno por tercera vez, tampoco hubo acuerdo. La cuestión de que la propiedad de los terrenos fuera del ayuntamiento y de Inmobiliaria del Sur… deja un tufillo bastante desagradable. Y que no se aclare qué tipo de vivienda protegida se quiere edificar no deja lugar más que a las sospechas de que pueda haber intereses más de beneficiar a terceros y al propio ayuntamiento que ha beneficiar a los ciudadanos de este pueblo que requieren viviendas sociales en alquiler.
Sobre este asunto sí hubo una propuesta que nos agradó. El concejal no adscrito Jesús Díaz dejó caer la posibilidad de expropiar a Inmobiliaria del Sur su parte de los terrenos por un interés social, motivación que está estipulada en la legislación vigente, y que sería una salida muy válida y digna de estudio.
En definitiva, y para terminar, en el último Pleno Ordinario se repartieron tortas de Castilleja y el alcalde se llevó media docena para su casa. Como debe ser.