viernes, 4 de mayo de 2012

La Pasión de Santa Juana Jesús

Que la portavoz del PP ha perdido el Norte es evidente. Que una vez conseguido el objetivo de llenarse el bolsillo todos los meses gracias a la política dedica su tiempo a pasear el palmito regodeándose de sus magníficas dotes políticas, no es que sea evidente, es que es su única dedicación profesional.
Pero lo que va siendo cada vez más evidente es que su futuro político se va ennegreciendo a pasos agigantados según transcurren los meses. La que hace un año parecía la alternativa al manido socialismo castillejano se ha convertido en la pesadilla de sus propios compañeros. Ya no es promesa de futuro. Ahora es una piedra en el camino.
Su poca capacidad intelectual, y su prepotencia desmedida, está siendo  el motivo de que pierda los papeles con más asiduidad de lo esperado. Hasta tal punto ha llegado su torpeza que se ha visto obligada a dar la alternativa (momentánea, por supuesto) a su compañera de partido Teresa Lora para salir del paso en los plenos. Teresa ha recogido el testigo dignamente, y ha defendido en los últimos plenos temas tan peliagudos como la reforma laboral, de donde ha salido bastante airosa.
Parece que la torpeza de Juani Rodríguez tiene solución. Quizás el PP tendría que ir pensando en dignificar su partido dándole las riendas del Grupo Municipal a quien ha demostrado sobradamente mayor capacidad intelectual y tablas que su jefa. Quizás deberían dejar que Juani Rodríguez siga paseando su palmito por las calles castillejanas contando milongas a diestro y siniestro, haciéndose la víctima de cientos de complots en contra de su ilustre persona. Todos la odian, y maquinan a sus espaldas cientos de conspiraciones con un único objetivo, quitarle lo que es suyo, su cargo de diputada.
El PP debería dejarla pulular por las esquinas en penumbra, por las sombras maléficas de la noche, cual ánima en pena que aúlla lastimosamente por su honor perdido, arrebatado por las garras de un ser de ultratumba que le robó un trozo de sí misma, un acta de concejal. Ella es víctima de las envidias de todos y cada uno de los habitantes de ese negro mundo que es el Calamocha, que la miran con ojos rencorosos deseándole toda clase de penalidades, mientras glotonean sin cesar todo aquello que ella perdió por su mal carácter. Ahora son otros los que disfrutan de los manjares que da la amistad con el ser diabólico. Los paseos en coche de caballos en la feria. La grandeza de sentarse en la catedral del toreo sevillano. Todo eso que ella disfrutó antaño, ahora lo disfrutan esos otros que maquinan su fin a todas horas. Seres indolentes que la odian a muerte y que quieren todo lo que ella tiene. Ánimas del averno que han vuelto del inframundo para secuestrar su perdida razón, robarle todo, hacerla perder su pobre juicio y su fama, y devolverla al anonimato de antes. Qué pesadilla Dios mío!!!!
Déjenla, amigos del PP, déjenla pulular por las oscuras noches castillejanas, como alma en pena, por haber perdido esos agasajos que ya no puede disfrutar ella. Ni los suyos. Déjenla pulular amigos del PP, déjenla por las calles sucias y oscuras de este mi pueblo que se muere por las malas artes de unos políticos sin escrúpulos, que prefieren tener un sueldo inmerecido que llevarse al bolsillo, antes que arreglar los problemas de mi pobre Castilleja.
Sí, amigos, déjenla pulular por las oscuras noches castillejanas, con su presencia etérea, grácil, levitando como en éxtasis por el sacrifico inhumano que viene soportando al llevar sobre sus hombros la pesada carga de nuestros pecados. Ayúdenla, por caridad, alivien su carga, como ya han hecho otros, y échenle algunos panfletillos de esos en contra del diablo, como lo llama la santísima diputada, y así redimir parte de nuestros muchos pecados.
Gloria a Santa Juana Jesús y a sus santos arcángeles, salvadores de este mundo desagradecido e impuro, que no sabe reconocer el sacrificio que es cargar con el sucio emolumento mensual, penitencia que la santa acepta con paciencia y resignación divina, por el bien de todos nosotros y de futuras generaciones.
Amén.